lunes, 1 de diciembre de 2008

La electricidad

De nuevo la jugada del gobierno en este campo es un camelo, pero eso sí, no exento de interés. En primer lugar nos sirve para despejar esta idea absurda de que vivimos en un sistema capitalista, de mercado o ultraliberal que diría alguno. No hay más que intervencionismo en todas partes y particularmente en estos sectores, donde todo está intervenido: desde la construcción de nuevas centrales hasta algo tan elemental como el precio que te cobran. Entonces como todo tiene razones políticas llega la explicación tan bonita en donde la Comisión de la Energía se lanza primero con la subida del 30%. Entonces provoca un inmenso escándalo, el gobierno sale y dice que eso en ningún caso y que la subida igual es del 10% y entonces cuando lo suban el 8% vamos a creer incluso que el gobierno ha hecho las cosas bien. Y además cuando sale el gobierno a decir lo que va a hacer inmediatamente introduce una de las más famosas excusas para fastidiar al contribuyente y es que a algunos no los van a fastidiar tanto. Y esto es la idea del famoso bono social. La palabra social significa que paga otro. Aquí va a haber una especie de justificación sobre la base de que el gobierno atiende mucho a la gente más menesterosa. Todo es mentira. Pero tiene su interés porque busca legitimar la coacción a través de estos mecanismos donde se empieza mal y después se sigue con argumentos redistributivos. La electricidad tiene esta extraordinaria peculiaridad: centrifuga los costes. Y es que hay millones y millones de personas que pagan. Esto no es una cosa que pague solo un consumidor. Y por eso es por lo que los gobiernos desde hace muchos años han utilizado el recibo de la luz no simplemente para pagar la electricidad sino para pagar otras cosas. Por ejemplo el carbón o el parón nuclear, que también fue centrifugado y llegó a millones y millones de consumidores. Esta es la situación tal como está y me parece que como argumento de fondo más de largo plazo, el gobierno está intentando vender no sólamente la electricidad. Está intentando vender la idea de que esto de subsidiar la luz está muy mal, por tanto vamos a cambiarlo. Esto se llama el sinceramiento de los precios, o sea que los precios reflejen los costes. Cosa que por cierto, espontáneamente hace el mercado sin que necesariamente venga ningún ministro a decirlo. Los señores del Corte Inglés saben perfectamente que los precios a los que venden su producto tienen que cubrir los costes más un margen de beneficio. Entonces están lanzando la idea de que está muy mal el subsidio y por lo tanto hay que pagar los costes. Con lo cual yo creo que esto se va extender. Y por ejemplo en el agua lo van a hacer también. De hecho han lanzado algunas veces la idea de que el agua está subsidiada. Entonces van a ir cambiando el aspecto de la coacción. Ya no va a ser mediante impuestos sino que directamente se va a aumentar el precio de la luz. En el fondo el que paga siempre es el mismo, paga el ciudadano, pero el gobierno legitima la coacción a través de este tipo de mecanismos.