viernes, 30 de diciembre de 2011

Las primeras medidas del gobierno




Para mi la noticia de todas estas medidas es la subida de impuestos y especialmente la del IRPF. Todo lo demás no digamos que es farfolla pero es hojarasca.  Lo demás más o menos lo han ido contando: la actualización de las pensiones, la congelación del salario de los funcionarios, la congelación de la tarifa eléctrica, la congelación del SMI… todo eso estaba descontado. Y también estaba descontado y si no era oficialmente conocido es porque no hay peor entendedor que el que no quiere escuchar, que el déficit público del año 2011 llegaba al 8% o muy cerca. Ahora resulta que hay que aplicar medidas extras a una situación sobrevenida que nadie sabía. Es muy importante en política y a nivel analítico más, respetar y mantener muy alta la coherencia.  Nos hemos llenado la boca muchos de criticar las subidas de impuestos como el bálsamo de fierabrás de los ajustes económicos. El ajuste se puede hacer por la vía de los ingresos o por la vía del gasto. Ahora se dice que no hay más remedio, pero insisto, no creo que sea de recibo que de primeras dadas se suban los impuestos.  Esto me recuerda al año 82 en el que hubo un Presidente del Gobierno llamado Felipe González que dijo: “OTAN de entrada no” y cuando luego entramos en la OTAN dijeron los socialistas que defendían a Felipe González: es que no era “OTAN de entrada no”, era “OTAN de entrada no, pero luego sí”. Pues con los impuestos este gobierno ha hecho lo mismo. En el  primer  Consejo de Ministros no los subieron, pero los han subido en el segundo.  Si hacemos un repaso del contenido de la subida de los impuestos: IBI, rentas de capital, rentas de trabajo… es que es mucha tela. Si lo hubiera hecho Zapatero ¿Qué hubiéramos dicho?  Ponen la excusa de que lo hacen por la herencia, pero Mariano Rajoy dijo en el Congreso que la herencia de Zapatero había sido condenada en el tribunal de las urnas y por tanto después de la condena de todos los españoles, no merecía la pena volver a mirar al pasado, no vaya a ser que nos ocurriera lo que a la mujer de Lot.  Como yo no quiero convertirme en estatua de sal, voy a dejar de hablar de Zapatero para hablar de Rajoy  y de su política, de sus compromisos, de sus programas y de sus contratos con los electores, con los contribuyentes y con los ciudadanos.  Él dijo que no se subían los impuestos. Ojo al futuro, porque puede que el 4,4% de hoy  no sea el 4,4. Lo mismo que el 6 que hemos dejado atrás es el 8. No se con esta subida de impuestos hasta qué punto se puede dinamizar el consumo y la demanda interna y por ende la actividad económica y por ende el crecimiento económico.  Sinceramente creo que el 4,4 no deja de ser otra quimera en el cuadro macroeconómico. Por lo tanto puede que los 36000 millones que hoy salen del 8 al 4,4% redondeando, puede que nos vayamos a 50000 millones  ¿Qué hacemos entonces? ¿Metemos otra subida de impuestos temporal?  ¿De verdad que no había otras cosas que hacer antes que subir impuestos? Por ejemplo: ¿Qué pasa con las televisiones públicas? ¿Por qué la reducción de subvenciones a partidos políticos, sindicatos y patronal es solo del 20% y no total?
Tenemos que ver el caso de la actualización de las pensiones. Las han aplicado el 1% ¿No había más remedio que es el discurso de justificación para subir impuestos ahora?
Era un compromiso político.  Yo trato de aplicar un criterio de coherencia  a todo el discurso y no me sale por mucho que lo intente.  Que hay que hacer algo lo sabíamos todos, el problema no es el qué sino el cómo. El 8% no me puede servir a mí como coartada para justificar junto a medidas de ajuste fino una de ajuste grueso como es la mayor subida del IRPF de la historia de la Democracia de este país. El gobierno se ha echado la manta a la cabeza, hoy el gobierno ha dicho: se ha acabado, más vale una vez colorado que ciento amarillo. Y con todas las de la ley me voy y me tiro a la piscina.  Pero esto no puede ser justificación para que nosotros no les demandemos la coherencia política con la que se han venido manifestando hasta que han llegado al poder.

jueves, 29 de diciembre de 2011

El SMI

 











 El gobierno ha anunciado que congelará el Salario Mínimo Interprofesional en el 2012 y con ello han llegado las primeras protestas sindicales. El Salario Mínimo es la fijación de un precio, en este caso del trabajo que impide bajar por debajo de lo que se estipule administrativamente. En teoría económica toda fijación de precios obliga a que los ajustes que tengan que hacerse se realicen vía cantidades. O bien cuando es el caso de los  alquileres o bien cuando es el caso del salario. En el primer caso no se ponen tantas casas en alquiler, el mercado queda desajustado entre oferta y demanda,  o bien en el caso del mercado laboral  cuando es el salario puede no haber ajuste entre oferta y demanda.  Yo además haría otra reflexión: ¿Quién les dice a estos señores de los sindicatos que tanto se quejan que el Salario Mínimo no está perjudicando al revés? Que es: como hay un Salario Mínimo establecido formalmente muchos empresarios se acogen al mismo en vez de poder llegar a acuerdos que permitirían mejorar las condiciones del trabajador. Otro de los problemas que surgen con el Salario Mínimo es que han dado cifras en estos días respecto al salario medio entre otros. Claro, es que una cosa son los salarios medios netos que es de lo que se ha hablado y otra cosa son los costes laborales totales que tienen las empresas. El Salario Mínimo viene a ser una piedra más en esa posibilidad de ajuste entre oferta y demanda. El Salario Mínimo es una barrera de entrada en el mercado laboral y además de todo esto, crea inflación.   Es un procedimiento por el cual se asignan subidas en otros componentes del mercado laboral que están indexados al Salario Mínimo, entonces se dice aquello de: dos o tres veces el Salario Mínimo Interprofesional.  Si se sube sistemáticamente estás generando a la fuerza inflación. Yo creo que el Salario Mínimo interprofesional es una antigualla que debería aprovechar el gobierno entrante en los próximos Presupuestos Generales del Estado para olvidarse del concepto salario mínimo.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Los deberes del gobierno y nuevos nombramientos






 El nuevo gobierno ha llegado y una de las primeras declaraciones que han hecho alguno de sus miembros ha sido la siguiente: “Este gobierno no será un gobierno de recortes, será un gobierno de reformas”. Cuando se desmonta un sistema de privilegios, se está hablando de recortar privilegios. Privilegios presupuestarios que se han ido acumulando al menos durante los últimos ocho años. Lo que hay que hacer por tanto es recortarlos. Entiendo que los políticos tengan que hablar bajo ese lenguaje políticamente correcto, pero los economistas podemos decirlo claramente. Los buenos economistas tenemos que armarnos, apretar los dientes y decir: no más redistribución. Y en el gobierno existen esos buenos economistas. Ya he dicho que me gusta el equipo. Me gusta que no haya un vicepresidente económico, ya que las circunstancias no son las del 96. Las circunstancias de ahora requieren poner y centrar la atención enormemente en cada uno de los aspectos en los que hay que tomar decisiones. Tiene que haber un señor que esté muy atento no sólo a hacer unos presupuestos que sean restrictivos, tiene que hacer una reforma muy profunda de todo el sistema de gasto y financiero del Estado. Cuando digo del Estado, incluyo todos los órdenes del Estado. Me parece acertadísimo además que se haya juntado Hacienda y Administraciones Públicas. El señor que esté haciendo eso, tiene que dedicarse a eso. No estar haciendo la reforma de la Banca, no puede estar haciendo lo que tenga que estar haciendo en Europa, no puede estar haciendo la reforma laboral, que también hay que hacerla. Eso sí, tienen que estar coordinados evidentemente. Eso lo ha asumido Mariano Rajoy en primera persona.  No hay que ir por el camino de cosas como por ejemplo el Banco malo o los eurobonos. Tampoco el camino es decir que se ha dado una orden a todos los miembros del gobierno y es la de crear empleo.  El gobierno no crea empleo. El gobierno crea las condiciones en las que la gente se mueve para que con  los menores obstáculos, es decir, una de las labores de este gobierno es remover obstáculos,  los privados se pongan en funcionamiento y se cree empleo. No es el gobierno el que tiene que crear empleo, no tienen que tener ese objetivo.  Por tanto cuando se habla de gobierno de reformas y no de recorte, hay que decir que las reformas consisten en eso, en recortar. Se necesita menos gobierno. Ese es el camino acertado. Hablando de los nuevos nombramientos del gobierno en lo que se refiere a las Secretarias de Estado, hay un nombramiento del que se ha hablado poco y es muy interesante. Me refiero a Fernando Jiménez Latorre (Secretario de Estado de Economía y ayuda a las empresas). Es un tipo que justamente va a cumplir objetivos muy importantes. Es experto en política de competencia y fue Director General del servicio de Defensa de la Competencia.  Este señor dentro de los temas de la competencia está especializado en dos cosas en las que necesitamos mucha competencia en este país: energía y telecomunicaciones. Justo dos de los sectores  de los que más nos quejamos. Ahí se necesita una liberalización y apertura claras. Puede que nos llevemos una sorpresa muy positiva con este nombramiento.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Cristóbal Montoro y Luis de Guindos





Mi opinión del equipo económico  de Rajoy es muy positiva. Conozco personalmente a Cristóbal Montoro hace tiempo y no a Luis de Guindos, pero lo he seguido. Para saber qué van a hacer, hay que esperar. Lo que sí se puede decir es que tienen todas las condiciones para hacer las cosas bien. Cristóbal Montoro tiene todas las condiciones para bajar los impuestos. Es un hombre que sabe, ha estado ya anteriormente en el Ministerio. Además es profesor de esa asignatura. Es Catedrático de Hacienda Pública. Con lo cual para bajar impuestos, bajar el gasto público y bajar la deuda pública, es decir, para hacer lo que hay que hacer Cristóbal Montoro está perfectamente preparado. Luis de Guindos para hacer lo que hay que hacer, que es muy importante, tiene todas las condiciones. La economía española está lastrada por una serie de costes. La parte de los costes fiscales quedaría para el Ministerio de Hacienda. A Luis de Guindos le quedaría un enorme campo que es remover la cantidad gigantesca de obstáculos que la política y los grupos de presión han erigido en contra de la creación de riqueza y de empleo. Hay toda clase de obstáculos y él lo sabe y está en condiciones de argumentar que es necesario más libertad en todos los mercados que podamos imaginar.  Todos ellos están lastrados por unas dosis de intervencionismo muy grandes. Con lo cual lo pueden hacer. Esperemos que lo hagan.

lunes, 19 de diciembre de 2011

El discurso de investidura de Rajoy



Los tres campos que ha abordado Rajoy: la estabilidad presupuestaria, el saneamiento financiero y la cuestión de las reformas, me parece que eran los campos que había que tocar.  Son tres asuntos ineludibles.  Las cosas que había que tratar las ha tratado. Si entramos un poco más en el fondo a mi me ha gustado que no haya dicho que va a subir los impuestos, de hecho lo ha recalcado en su réplica con Rubalcaba. Ha dicho también que todos los capítulos de gasto menos las pensiones son revisables ¿Cuál es el problema? Que hay algunas líneas rojas. Rajoy ha dicho que quiere mantener el Estado del Bienestar. Algunas de sus propuestas podrían ser compartidas por el PSOE y demás grupos de la Cámara. Ha hablado  de la Ley de Dependencia, que es la última gran expansión de los impuestos y el gasto público aprobada por todo el Parlamento. En el caso de la sostenibilidad de la sanidad, claramente apuntó Rajoy a una especie de pacto análogo a lo que se hizo con las pensiones en el Pacto de Toledo. En el tema energético me ha parecido bien que dijera que quiere una energía sin demagogia.  Explícitamente aprobó todas las fuentes de energía. Se acabó eso de que la energía nuclear no es progresista. En cuanto a las reformas fiscales y laborales  me parece bien, a falta de más concreción.  Me gusta la idea de que la protagonista tiene que ser la Nación y no las Administraciones. Me gusta que Rajoy haya dicho que no viene a sustituir a la sociedad española, que viene a crear las condiciones para que haya riqueza.  La idea de austeridad me parece bien siempre que no se descargue con subidas de impuestos sobre los ciudadanos. Por último en el caso de los puentes, sólo decir una cosa: lo que no debe haber es calendario laboral ¿Por qué va a ser el Estado el que diga que días son fiestas o no? Que se pacte entre los trabajadores y los empresarios en cada caso.

lunes, 12 de diciembre de 2011

"Los derechos"


Una de las distorsiones más grandes de nuestro tiempo ha sido la mutación registrada en la palabra derechos. El derecho tradicionalmente es un sistema de normas que surge evolutivamente a medida que los ciudadanos vamos estableciendo contratos con nuestra propiedad. Entonces surgen derechos y surgen obligaciones. Si yo compro una casa tengo derecho a tener esa casa y el que vende tiene derecho a obtener mi dinero a cambio y al revés. Son derechos que se van generando en los tratos y contratos de los ciudadanos en sus transacciones voluntarias. Esto en nuestro tiempo ha cambiado de manera muy radical. Aquí de lo que se trata es de  que ya la gente no tiene derecho ella, no genera derechos en sus tratos voluntarios, sino que el derecho es algo que tiene el Estado y este confiere esos derechos o no. El cambio de una situación de derecho a otro es radical. En la vieja noción de derecho, en una transacción voluntaria el Estado no tiene porqué intervenir. Si alguien tiene su casa y otro alguien tiene dinero, se hace la transacción. En cambio si se tiene “derecho a la vivienda”, así en abstracto ¿Qué hace el Estado para dar una vivienda?  Tiene que obligar a otros a que la paguen. Por eso el primer derecho, el derecho clásico, es compatible  con la libertad. Mientras que los segundo derechos, llamados no por casualidad  “derechos sociales” son gravemente incompatibles con la libertad.

domingo, 11 de diciembre de 2011

¿Tienen que pagar la crisis los ricos?


El señuelo de los ricos es muy antiguo. En el último siglo se ha trabajado bastante en términos de fiscalidad para buscar la explicación de la crisis en términos de los ricos: o bien que los ricos la causan o bien que los ricos la tienen que pagar. Los dos casos son falsos. No son los ricos los que causan las crisis, es la propia dinámica de los mercados intervenidos como son los actuales. En cuanto a que los ricos puedan pagar la crisis eso es una pura trampa por una razón muy obvia: no alcanzan. Los ricos no alcanzan. Los Estados son tan enormes en nuestro tiempo que no hay manera de financiarlos quitándole  el dinero a los ricos. Es más, aunque le quitáramos todo el dinero a los ricos, aunque acabáramos con los ricos, no hay ninguna manera de financiar el gasto público. Por eso los Estados se financian como se financian: agitando el señuelo de la redistribución de la renta y de que van a quitarle sobre todo a los ricos y a los privilegiados y descargando después su peso coactivo sobre todo el conjunto de población al que puedan pillar.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Refundar Europa

 Me he leído el documento que ha salido de la última cumbre europea. Son siete páginas ¿Qué preocupación me suscita el mismo? Lo más importante es que el sistema genere una posibilidad de dinamismo y de crecimiento. Ninguna receta de las que han salido de esta cumbre va a fructificar si las economías no crecen. Aquí no solamente no hay nada de esto, lo que hay es una especie de enorme rigor sobre el déficit. Me parece bien que las cuentas estén equilibradas, me parece bien que se contenga la dinámica de crecimiento de la deuda pública... pero la obsesión por el déficit debería tener algún tipo de indicación sobre cómo se va a resolver. Yo me temo que vamos a ir a un incremento de la presión fiscal. En el documento la palabra déficit aparece cinco veces ¿Cuántas veces aparece la palabra gasto? La respuesta es: ninguna. Tengo muy serias dudas que una política que se centre en el déficit y por tanto se precipite a un incremento de impuestos que tendrá que ser ahora, sea algo bueno para lo que necesitamos que es el crecimiento.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Las cumbres

Creo recordar que esto de llegar a las cumbres con una situación de emergencia y de gran desacuerdo se ha repetido muchas veces en el pasado, igual todas. Es una música conocida. Cuando esto se repite muchas veces es que algo significa y lo que seguramente significa es que la mejor manera de poner en valor a la propia política europea es decir que estamos al borde del abismo y que se va a resolver y que si no nos ponemos de acuerdo caeremos en el abismo. En mi opinión habrá un apaño. Habrá algún pasteleo y entonces los políticos podrán decir: no hemos caído en el abismo y ya podemos seguir hasta la siguiente cumbre.

martes, 6 de diciembre de 2011

El "duro" ajuste italiano

 Se nos está vendiendo el plan de ajuste italiano como un plan de ajuste duro y yo tengo serias dudas de que esto sea así. El plan de ajuste italiano al tener muchas medidas, tiene de todo. Hay algunas cosas que están bien, algunas reformas y apertura de mercados que estaban  relativamente cerrados, formas micro que me parece que son correctas. Pero duro ajuste no me parece. En términos de reducción del gasto es algo bastante pequeño. La reducción del gasto público es poquita cosa y toca más a los poderes regionales y provinciales que a otra cosa. Cuando se habla de dureza hay que decir sobre quién. Es que van a subir los impuestos. La Ministra de Trabajo italiana cuando llora, quiero saber exactamente ¿Por qué está llorando? ¿Es que le parece mal bajar el gasto público? ¿O lo que va a pasar es que van a  subir los impuestos? Se va a producir una subida espectacular del  IVA, que se va a situar en el 23% . Está llegando a los máximos en los que está el IVA en el mundo. Si no recuerdo mal no hay ningún país en el mundo que tenga un IVA a más del 25%. Esto no es por casualidad ni porque sean buenos los gobernantes. También están las restricciones a las transacciones en efectivo, que a saber exactamente qué quieren decir. Pero no estoy seguro que sea duro en el sentido político. Más bien es una combinación de unas cosas buenas y otras malas. No me parece una restricción en términos de gasto del gobierno italiano.