sábado, 8 de septiembre de 2012

La Señora Merkel y España









 “Si durante décadas se gasta más de lo que se ingresa, no queda más remedio que depender de terceros que nos impondrán condiciones que no nos gustan”.  Esta frase es de la Señora Merkel, pero podría ser mía perfectamente.  Hay otra manera de expresarlo: si durante décadas se gasta más de lo que se ingresa, se puede encontrar un truco que es hacer un viaje a una isla mágica en el futuro, pedir prestado,  volver al presente y disfrutarlo y dejar la deuda para los que vengan detrás.  Lo que  pasa es que el futuro llega y cuando llega uno se encuentra en la situación actual.  Se ha hablado en estos días mucho de una posible ayuda o rescate del BCE a España ¿Hay salida o alternativa a esto? Sí, se llama remolonear. Se llama diferir la situación.  Hay que fijarse en el peloteo entre los protagonistas. Hay uno que dice: primero tú me dices las condiciones. Y el otro dice: No, cuidado, yo quiero saber que es lo que van a hacer ustedes antes de dar el dinero.  Y el otro insiste en que quiere saber las condiciones.  Ahora la pelota está en el tejado de España. Pero cuidado, todavía no se saben las condiciones, se están estudiando. Por otra parte la Señora Merkel dice estar muy impresionada por las reformas hechas.
Hay que decir que lo realmente importante con o sin condiciones es que el gasto público en este país baje.  Una vez que hemos comprobado - ya lo sabíamos, pero lo hemos comprobado fehacientemente-  que el sistema fiscal está exhausto, que lo estamos exprimiendo como un limón al que ya no se le puede sacar una gota más, lo que hay que hacer es reducir el gasto público ¿Se está reduciendo el gasto público? No.  Por lo tanto yo recordaría una poesía económica que procede de La Gran Depresión, del año 1932 que dice:
“Comételo todo, haz que dure hasta que desaparezca, úsalo siempre y acostúmbrate a hacer las cosas sin ello”.
Esta era una poesía que la gente recitaba en la Gran Depresión en los años 30. Esto es lo que el Estado tiene que hacer: que dure, no uses muchos recursos, gástalos hasta el final y acostúmbrate a no tenerlos.  Eso es lo que no está haciendo nuestro sector público a estas alturas. Por lo tanto el asunto de la condicionalidad es accesorio. Sería estupendo que viniera alguien de fuera y nos dijera háganlo ustedes sí o sí, pero eso va a ser difícil. Y mientras no reduzcamos el gasto público por nosotros mismos yo veo que hay motivos para remolonear.

No hay comentarios: