lunes, 2 de abril de 2012

Lenguajes, "amnistías", impuestos y oposición.

 



Con las medidas que está tomando este gobierno, más allá de que nos gusten más o menos creo que lo que se debería mejorar es la presentación.  Se puede hacer hincapié  en que sea el propio Rajoy el que presente las malas noticias, se puede pedir que se presenten con menos tecnicismos.  Para los periodistas y entendidos todos los tecnicismos que se quiera, pero en las ruedas de prensa deberían hacer lo posible para que la gente de la calle entienda las medidas adoptadas.  Yo creo que la gravedad con la que ha hablado hoy Rajoy es perfecta.  Con respecto a la “amnistía” fiscal  no se puede presentar la batalla en términos morales. Los moralismos vamos a dejarlos para después, para cuando se haga la historia económica de estos tiempos. Hay que dar la batalla en el análisis frío.  Se calcula que el poder recaudatorio de la “amnistía” va a ser de 2500 millones.  Eso equivale  a  un 1% del IVA ¿Por qué no se hace a través del IVA?  ¿Por qué no se incide en el IVA en vez de en el IRPF?  Pues porque hay un sesgo ideológico ahí.  Presentarnos el aumento del IRPF como algo relativamente neutro en contraposición al IVA que tendría un efecto depresivo sobre el consumo, implica un sesgo ideológico keynesiano. Eso no es así. Ambos son distorsionantes, lo que pasa es que uno distorsiona la demanda agregada y otro la acumulación de capital y la oferta.  A mi me parece que sería mucho más sensato en estos momentos, primero no subir los impuestos, pero si hay que subirlos que fuera por la parte del IVA y no del IRPF.  Eso naturalmente acompañado de otra cosa de la que no se habla, que es la lucha contra la inflación.  Tenemos un problema de inflación en este país.  Los precios están subiendo al 2% por año. Eso con una tasa del 23 y pico por ciento es un problemón.  La capacidad adquisitiva de los salarios  está cayendo a pesar de que los salarios nominales estuvieron en el 2011 al 2,9% ¿Por qué la capacidad adquisitiva de los salarios está bajando? Porque los precios suben más rápidamente que los salarios.  Si se consiguiera domeñar el IPC tendríamos un programa completamente distinto, pero parece que el énfasis no va por ahí y el gobierno debería saber que la gente está mirando. Por lo tanto me parece que la vía consumo sería mucho más inteligente y más justa porque distribuiría el esfuerzo entre todo el mundo.  Por otra parte lo del PSOE es de traca.  Yo he ido hacia atrás y me he preguntado cuál sería un desastre comparable al desastre económico de Zapatero. He tenido que ir muy lejos, hasta la autarquía franquista.  Empieza en el año 38 y acaba en el 59.  Es muy interesante ya que en aquel plan se plantea una situación  no muy diferente de la que hay aquí. Es cierto que la economía es una economía cerrada, pero ahí se plantea una apertura, se plantea una devaluación seria de la peseta, de hecho no hay ni devaluación porque no había mercado de cambios: se establece la libertad de cambios, se pasa de 40 a 60. Es decir, un pedazo de devaluación del 30%, hay un recorte del gasto público, bien es cierto que el gasto público era mucho menor entonces que ahora, pero hay un recorte, suben los impuestos…  hay un perjuicio a corto plazo para la economía, que se ajusta de manera diferente a la de ahora.  Ahora tenemos que ajustarnos con una devaluación interna. Aquello es un sacrificio  que se impone en otro contexto político porque no había oposición, estábamos en el franquismo. Pero era un ajuste económico serio que duró no menos de tres años.  A partir de tres – cuatro  años la economía repunta y las cosas cambian.  Lo interesante es la reacción frente a eso ¿De dónde vienen las críticas a aquel plan de liberalización de la economía española?  Del sindicato vertical, de los falangistas, del franquismo… es el propio Franco que escribía con pseudónimo el que atacaba en sus escritos al liberalismo maldito y al capitalismo, es decir, como el PSOE ahora.  El PSOE está reproduciendo el casticismo casposo más tradicional y antiliberal de toda nuestra historia. Y es que son herederos del sindicalismo vertical.  Es realmente penoso ver las reacciones a un proceso inevitable y doloroso, pero que se afronta con decisión.  Cuando he oído a algunos del PSOE hablar del neoliberalismo que nos invade me he acordado de aquel franquismo.  De hecho si uno ve la obra de todos los teóricos mussolinianos  es ahí donde está la idea de meter a los sindicatos  en la estructura del Estado, en ligarles con una pirámide con el vértice en las zonas más altas del poder estatal.  Justo como está la situación ahora. Por tanto esto no solo tiene una raíz franquista sino que va un paso más atrás, va a los teóricos mussolinianos.

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