Yo tengo que
decir como economista –los economistas nos fijamos en lo que pasa pero sobre
todo en lo que no pasa- que hay que subrayar lo que no ha pasado. No ha pasado que el gobierno y el sistema
crediticio español hayan llegado a un impasse tal que no pueden recaudar las
cantidades que se prevén para el agujero de los balances de las entidades
financieras y que el sistema entero se colapse.
Eso no ha pasado. Solamente esa
consideración ya la deberíamos tener en
cuenta. No lanzar cohetes como decía hoy la edición impresa del Financial
Times, pero tenerlo en cuenta. Decían
hoy en el Financial Times: “Rajoy celebra el rescate como una victoria” y
debajo ponen cuatro banderas: la griega, la portuguesa, la irlandesa y la
española. Cualquier persona que lea el
Financial Times esta mañana entendía que España había sido rescatada en la
misma línea que esos países. Me parece
un periodismo que no se muy bien lo que persigue. Esto es falso, eso no ha pasado. Nadie está
tirando cohetes, pero lo cierto es que el colapso no ha tenido lugar. Por el contrario es sorprendente que tanta
gente desde sitios diferentes estén primero usando la palabra rescate
constantemente. La palabra y el concepto rescate se ha impuesto y va a ser
difícil darle marcha atrás. Había hoy un
periódico en España con un editorial en mi opinión incendiario. Yo nunca había visto usar términos como: “Gobierno
falaz”, “Nos quieren vender una versión falsa”, “Desastrosa impresión”… y en sus páginas interiores sugiere este periódico una remodelación del gobierno. Yo no
estoy diciendo que esto sea toda la historia. Están las elecciones griegas que
tienen a la gente con las rodillas temblando, está el asunto italiano (no nos
olvidemos de ello), están – es cierto- todas las sombras que pesan sobre el
asunto: ¿Esto irá al Presupuesto o no? ¿Incrementará el déficit o no? ¿Cómo van
a ser los intereses? ¿Los intereses van a ser parte del déficit? Todas esas cosas añaden incertidumbre, pero
no tanta para la que se está generando sin noticias nuevas. Antes de la toma de esta decisión venía la
catástrofe. Es decir, hay ambigüedades, hay sombras y todo lo demás, pero la
noticia no debería ser esa. La noticia debería ser lo que se ha evitado. Si hay que expresar
miedo digámoslo claramente: tenemos miedo a lo que decidan de manera colectiva
los griegos, tenemos miedo que esto se extienda a Italia, tenemos miedo al
endeudamiento… pero no diciendo eso de:
señores aquí viene la catástrofe. No, la catástrofe era el viernes antes de que
se tomara la decisión de ayudar al sector financiero español. Ahora sigue
habiendo un problema -quien lo dude no
ve la realidad- pero menos que
antes. Y también hay que comentar algo
que nos diferencia del resto de Europa, porque en el resto de Europa también hay o
había esas instituciones híbridas que aquí llamamos Cajas de Ahorros. Yo creo que el año 2012-2013 va a ser el año de la desamortización
financiera en España. Va a ser el año en
el que por fin acabemos con las Cajas de Ahorros, que es una asignatura
pendiente. Una privatización que
tendríamos que haber hecho desde que perdieron su función. Desde que se creó en
este país un sistema moderno de canalización del ahorro y del crédito, deberían
haber desaparecido. Esta es una gran ocasión.
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