miércoles, 8 de agosto de 2012

Propiedad privada, libertad y robo






 




  A Sánchez Gordillo, Alcalde de la pequeña Cuba en España ( Marinaleda) le ha dado en esta ocasión por robar en supermercados y agredir a las trabajadoras de los mismos. Hay gente a la que le ha sorprendido que este tipo sea un ladrón. A mi no.  Sánchez Gordillo jamás ha respetado la propiedad privada, por tanto siempre ha sido un ladrón.  Más allá del hecho, que como digo es absolutamente condenable pero no me sorprende, sí me preocupa más otro hecho. Uno, que es habitual usuario de las redes sociales, ve como la actitud de Sánchez Gordillo sigue teniendo mucho apoyo en España. Vivimos en un país en el que violar la propiedad privada es visto por mucha gente como un mérito y no como lo que es: un robo.  Y si ese robo ya se le hace a un gran empresario entonces la mayoría de este país lo aplaude sin disimulo alguno.  La propiedad privada es un elemento esencial para que exista libertad. El socialismo pretende arrebatar a la gente su propiedad privada porque es la manera de tenerlos sometidos. Sin propiedad privada es imposible mantener la libertad. Hay veces que los economistas liberales cometemos un error: poner el énfasis en las cualidades económicas que tiene la propiedad. Defendamos la propiedad privada porque sus consecuencias económicas son muy buenas. Esto que es cierto, no es lo más importante. Lo más importante de la propiedad privada es que está relacionada con la libertad individual. Además con la prosperidad. Pero aunque no estuviera asociada con la prosperidad, al estar íntimamente ligada a la libertad hay que defenderla.  Lo que ha hecho Sánchez Gordillo muestra el comportamiento clásico del socialismo real: intentar acabar con la libertad individual usando esa palabra tan prostituida por el poder político: solidaridad.  La solidaridad si es impuesta no es tal solidaridad. La solidaridad por la que algunos como Sánchez Gordillo abogan se llama en realidad redistribución y no es otra cosa que un robo, ya que la persona es dueña de si misma y por tanto de lo que produce.

4 comentarios:

Abel Roman Hamid Alba dijo...

Estoy de acuerdo con usted, pero se veía venir. No se puede robar legalmente como lo hacen los bancos, los políticos y los especuladores sin tener consecuencias. Espero que también usted hable de estos ladrones.
Los ladrones de guante blanco han estado y están campando libremente. Y sus discípulos menos aventajados, el Alcalde de Marinaleda, piensan que es el momento de actuar también impunemente. Me gustaría verlo rajarse las vestiduras con la misma intensidad en ambos sentidos.
Un saludo afectuoso.

ABEL ROMAN

Alvaro Lodares dijo...

El que robe a la cárcel. El problema es que los tan odiados -por algunos- especuladores se juegan su dinero. Yo no tengo nada en contra de las personas que en el mercado se juegan su propio dinero. Y si hablamos de Bancos, el problema en España son sobre todo las Cajas. Es decir, Banca pública. Chiringuitos de todos los partidos. Y sigue habiendo gente que pide Banca pública. Yo abogo por la desaparición de la Banca Pública y que los señores que han llevado a la ruina esas Cajas paguen. Pero no quiero más del problema.

Xesús dijo...

Cómo se te ve el plumero!
El día en que todos abramos los ojos y nos demos cuenta que la DESIGUALDAD (sustentada en el poder de la OLIGARQUÍA) es uno de los GRANDES MALES del ser humano, el cual, sin escapatoria posible, se ve inmerso en un mundo capitalista donde prima el materialismo, la corrupción política y las desigualdades a todos los niveles... Ese día, gente como tú, tendrá que pedir de comer a los campesinos y "codearse" con la gente que tanto sufre a día de hoy, pero las cosas están cambiando y más aún que lo harán en los tiempos que están por venir. Te deseo la misma suerte en el futuro que estamos corriendo muchos de nosotros en el presente... Es decir, no demasiada!
Un saludo de un comunista, indignado y muy peligroso porque hago justo lo contrario de lo que se espera por los de tu "especie", que no es otra cosa que PENSAR E IR EN CONTRA DEL SISTEMA.

Xesús dijo...

EL