lunes, 6 de junio de 2011

Falsedades sobre la crisis





Nos han dicho que estamos en crisis porque hemos tenido demasiada libertad. Este mensaje es no solamente falso, además es peligroso ¿Por qué es falso? Porque los Estados no se retiraron, los Estados no disminuyeron, el gasto público no se redujo, los impuestos no bajaron, las regulaciones, los controles, las multas, las prohibiciones… todas esas cosas aumentaron durante los últimos años. Es falso que hayamos tenido unos Estados que se hayan retirado durante la última década o las últimas dos décadas. Además miremos los dos sectores en dónde ha estallado la crisis: la construcción y las finanzas. La construcción no es una actividad plenamente libre, regulada por el mercado. La construcción está severamente intervenida: desde el suelo y además literalmente desde el suelo. Que le digan a los Ayuntamientos de nuestro país que el suelo es un mercado libre. Todas las regulaciones, los costes… están marcados por una intervención del Estado que no desapareció, al contrario. Por no hablar de la vivienda pública. Todo el sector de la construcción está marcado por intervenciones. Si la construcción está intervenida, para que hablar de la moneda. La moneda y la Banca son los sectores quizás más intervenidos de toda la economía. Se puede probar la experiencia de montar un Banco. No es fácil hacerlo, es más, es imposible hacerlo. Los Bancos, las finanzas, las monedas… están totalmente reguladas: no por el mercado, sino por autoridades públicas y monopólicas que se llaman Bancos Centrales. Cuando estalla la moneda, cuando estallan las finanzas, algunos dicen que es porque ha habido libertad ¿En dónde?  Desde luego no en la moneda y las finanzas. En ellas ha habido intervención, se ha hecho mal de acuerdo, pero eso no es producto de la libertad. La moneda no es producida libremente. Está completamente regulada e intervenida. Ahí está una razón fundamental de la crisis. Los Bancos Centrales -que no dependen del mercado sino de las autoridades- orquestaron una fabulosa expansión de la liquidez. Eso fue lo que redujo el tipo de interés hasta cero, incluso por debajo de cero. Hubo tipos de interés negativos, que inflaron esta burbuja, no solamente en la construcción, también en otros aspectos de la economía. Por lo tanto el pensar que la crisis es producto de la libertad es falso. En muchas ocasiones se habla del problema de los mercados y la regulación. Los mercados están regulados, en particular el mercado financiero, pero también muchos otros.  Existe aquí una tentación que es la de pensar que cuanta más regulación mejor y esto es una idea equivocada. Más regulación puede comportar una regulación mucho peor. Pero además la idea de que la crisis la causó la libertad es peligrosa. Si partimos de la base de que estamos en crisis porque hemos tenido mucha libertad, la conclusión que se deriva lógicamente de esta idea, es que debemos tener menos libertad. Esta idea es muy peligrosa. La creación de riqueza, la creación de puestos de trabajo… depende crucialmente de que haya libertad. Para que los trabajadores y los empresarios puedan anudar relaciones en provecho recíproco y que produzcan riqueza para el conjunto de la comunidad, hace falta libertad. Por lo tanto si nos quedamos con la idea de que crisis es producto de libertad, concluiremos que para salir de la crisis debemos tener menos libertad. El resultado de este diagnóstico equivocado va a ser que saldremos de la crisis peor y más tarde. 

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