viernes, 17 de junio de 2011

Stéphane Hessel y su libro





Cuando tantas cosas se están diciendo del movimiento del 15 M, que nunca nos engañó a algunos desde el principio, hay que ir a los orígenes de ese movimiento. Parece que el libro o panfleto por el que se dejan llevar es el que responde al título de “Indignaos” cuyo autor es Stéphane Hessel. Lo primero que hay que decir es que este libro es muy lamentable. Reúne todos los tópicos del pensamiento único y simplifica los análisis de una manera extrema. Los malos son: EEUU, Israel, el capitalismo, la dictadura de los mercados… hay que señalar dos asuntos además de estas falacias antimercado y anticapitalistas. Los dos puntos que me han parecido más inquietantes son: su tratamiento del comunismo y su tratamiento de Israel y Palestina ¿Qué es lo que hace en relación al comunismo? Marca una de las grandes estrategias que han desarrollado las izquierdas durante las últimas décadas: oponerse al estalinismo pero decir que en el fondo la opresión es análoga en todo el mundo. Dice que se opone al estalinismo, pero inmediatamente añade: “Hacia falta tener un oído atento al comunismo para contrarrestar al capitalismo estadounidense”.  Esta es una vieja trampa. Es la idea de que todo el mundo está igualmente oprimido. Que da lo mismo estar en el gulag en Siberia, que estar en una fábrica en Detroit. Esto es una trampa que hay que denunciar, porque evidentemente como bien supieron los trabajadores en ambos lugares, no era igual.  Y lo segundo que es denunciable, porque además es extremadamente escalofriante, es el tratamiento que se hace en el libro del terrorismo de Hamás. Dice que Hamás mata, pero “No ha podido evitar que se lancen cohetes a los israelíes”. Este es el lenguaje: “No ha podido evitar”. E inmediatamente alega que Palestina está ocupada por una potencia mucho más grande y entonces hay que defenderse. Este tipo de discursos son los que hacen los terroristas en muchas partes, incluida ETA en España. Y termina diciendo: “No podemos excusar a los terroristas que tiran bombas, podemos comprenderlos”. Esto no es más que un panfleto antisemita.  Por tanto la sensación que he tenido con este libro, es igual al título del mismo. Me ha resultado francamente indignante.

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