jueves, 26 de enero de 2012

Previsiones y reformas

Algunas de las cosas que ha dicho el gobierno pueden sonar lógicas. Todo lo que están diciendo de que debido al nuevo cambio de marco económico en Europa puede suceder que Bruselas reconsidere tanto las previsiones en conjunto para 2012-2013 como por descontado el déficit asociado a dichas previsiones, se puede decir. Pero el gobierno español, debería fijarse en lo que él debe hacer internamente. La salida de la crisis no depende de Europa, depende de nosotros. Que volvamos a ser creíbles y que volvamos a tener un papel importante y un peso específico en Europa,  va a depender de lo que nosotros hagamos con nuestra economía  y el cumplimiento de los compromisos que todos los países han adquirido como consecuencia de su pertenencia a una moneda única. No por un Tratado u otro, el mero hecho de pertenecer a una moneda única, exige una serie de mecanismos y de leyes económicas que hay que cumplir.  A mi todo esto a lo que me está sonando es un poco a como que no hubiese habido ni elecciones, ni cambio de gobierno, ni nada.  Es decir, estoy escuchando por un lado: compromiso con el déficit, compromiso con el gasto… y por otro lado no estoy viendo nada de esto.  Rajoy ha presumido de los 15000 millones que nos metieron ya el 30 de diciembre como consecuencia de los dineros que van a ingresar de más y los gastos que van a hacer de menos. Son 15000 millones de euros. Estaba presumiendo Rajoy de eso y del acuerdo en materia salarial  al que han llegado  Sindicatos y Patronal  delante de la Señora Merkel. Todas estas cosas de las que estaba presumiendo Rajoy a mi me llevaban a pensar que no son nada.  Esto para la situación real que tiene España es volver a Zapatero.  Zapatero no quería ver la situación de España. La situación real de España requiere medidas mucho más drásticas. Muchas de estas cuestiones, reformas y medidas  es un disparo de una sola bala, es decir, o lo haces en profundidad y correctamente o si no hay que olvidarse, tenemos lío para otros 4-5 años.  Estamos otra vez como estábamos antes de las elecciones.  No nos engañemos, seguimos estando en periodo electoral. Las elecciones no han terminado, ya que en dos meses hay unas decisivas. Las estrategias económicas tienen que ser encuadradas dentro de esa gran estrategia política. Ni chicha ni limoná -en una expresión poco técnica-  es lo que hace ganar las elecciones frente a un electorado fundamentalmente solidario y socialdemócrata como es el andaluz.  Están justo en el borde, no saben si van a ganar por mayoría absoluta.  Otro paso a investigar es el de pasar de una predicción de consenso de que la economía española decrecería a un -0,3, -0,5%  y de repente se da la cifra de un decrecimiento del -1,7, -1,9%. Teníamos un consenso sobre una caída que no es un buen  panorama ni mucho menos: -0,3, -0,4%  y de ahí hay un escalón hacia abajo al -1,7% ¿Por qué sucede eso?  Sucede porque se incorporan variables cualitativas que además se nos ofrecen sin rangos de variación y de fiabilidad y se colocan las expectativas en la peor parte del tramo.  Es decir, se sesgan las expectativas de variables cualitativas hacia lo peor posible ¿Por qué?  Pues me temo que puede ser para    que el gobierno tenga un argumento de presión a la hora de demostrar que no es viable una reducción al 4,4%  en doce meses.  Hay que decir que es viable reducir el déficit al 4,4% en este ejercicio con seguridad.  La fórmula para salir que debería estar aplicando este gobierno es:
-Reducción drástica del gasto público. Fundamentalmente todo el gasto en transferencias, en consumo… sobre todo esas transferencias que van del conjunto de los ciudadanos a grupúsculos. Solo hay que mirar cualquier ministerio y siempre hay transferencias de este tipo.
- Reducción de los impuestos para aliviar la carga del ciudadano y que pueda de paso ir recomponiendo el enorme deterioro que tiene en sus ahorros y en sus cuentas. 
Y reformas drásticas en la economía que reduzcan costes de todo tipo.  Reformas en todos los sectores.
Solamente entre las 4.400 empresas públicas  que hay ahora mismo en España, no hubiera hecho falta subir los impuestos. Hay una reducción en torno a 20.000 millones de Euros.  Si tú dices se acabó,  el Estado no puede tener empresas, organismos y entes públicos, incluidos los de comunicación  por descontado, no hay necesidad de aumentar impuestos.  Cuando digo el Estado, digo todas las Administraciones.  Ya sé que eso es echar a gente a la calle, es gente que se mosquea…  a la gente le molestaría que le quitasen el tranvía de su Ayuntamiento que está teniendo pérdidas, el polideportivo… pero esto son cosas en las que no tiene que estar metido el Estado.  Si quieren impulsar esto y quieren hacerlo, deben pedir nuevos ingresos para llevar a cabo eso y decírselo a la gente y cobrar los impuestos correspondientes.  Si alguien quiere tener una política de este tipo que haga eso, pero lo que no puedes hacer es quitar dinero de determinadas cosas para llevártelo a otras cosas. Esto tiene que empezar a reorganizarse.  Las reformas en el gasto han sido muy tímidas.  Es importante transmitir que hay otra forma de hacer las cosas. Es decir, que sí es posible reducir el gasto en una serie de partidas que suman una cuantía mucho mayor de los 15000 millones.  Yo estoy de acuerdo en que una reducción drástica del gasto público va a suponer a corto-medio plazo un shock de destrucción de actividad y de destrucción de empleo. Pero a medio-largo plazo eso se recompone mucho.  Tanto el sistema en el que se está moviendo y realizan los acuerdos y las transacciones la gente, la economía, como también mejora la eficiencia, los ahorros de la propia gente.  Es devolverle dinero a la gente a sus bolsillos que luego con ese dinero en el futuro van a hacer cosas que crean oportunas y que crean eficientes. Es mentira esto de que un Euro de gasto público es equivalente a un Euro de gasto privado. No, porque cada Euro que gasta el Estado  tiene dos problemas: un primer problema de información. El Estado no tiene información ni de cuáles son las preferencias, ni de cuáles son los objetivos, ni de cuáles son las prioridades de la sociedad. No los tiene, son sus objetivos. Objetivos políticos. Y son objetivos que atienden a grupos de presión.
Y por otro lado es un problema de que ese dinero es un dinero que hay que mirar el coste de oportunidad.  Es decir, ese Euro habría que mirar no solamente lo que cuesta en invertirlo por ejemplo en un AVE, sino que es lo que yo estoy dejando de hacer en conjunto en la economía en términos privados y qué planes de inversión, de gasto, de lo que sea, se está quitando a los individuos privados para realizar esto.
A medio – largo plazo la economía  ganaría con una reducción sustancial del gasto público.

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