sábado, 28 de enero de 2012

El paro y las horas extras

Estoy escuchando en los últimos tiempos algún discurso que va en la senda de querer prohibir las horas extras. Esto es una vieja falacia que se repite de cuando en cuando. Está vinculada con la idea de que hay que reducir la jornada laboral para aumentar el empleo. Esto forma parte de lo que se llama la falacia de la suma fija. Esto es creer que el empleo es algo que está fijo y entonces si yo trabajo una hora más en mi empresa estoy impidiendo que otra persona trabaje. Este análisis es simplista y equivocado.  El trabajo o la riqueza no son una suma fija, pueden aumentar o disminuir. Los criterios por los cuales aumentan o disminuyen tienen muchísimo que ver con las regulaciones y los costes que imponen las autoridades.  El paro no es una tragedia como si fuera un tsunami. El paro no depende de fuerzas incontroladas, ni de la naturaleza, ni de Dios, ni tampoco de la sociedad.  El paro es un hecho político.  El paro es debido a la política, a la legislación,  a las intervenciones que han lastrado nuestro mal llamado mercado laboral durante las últimas décadas.  Es verdad que somos herederos del franquismo,  somos herederos de un mercado terriblemente regulado microeconómicamente, que era la característica del franquismo.  Eso se ha intentado desregular relativamente mal y pasteleando. Pero la responsabilidad  es de los políticos  y en la medida en que no lo reconozcan me da la sensación  que se avanza poco.  A la hora de decir  que van a luchar contra el paro, deberían tener en cuenta que los que van a luchar contra el paro son los que lo han provocado.  Son las autoridades  las que tienen responsabilidades  enormes en este sentido. Y hay que decir que claro que hay una vinculación entre las estadísticas de empleo y desempleo y el ciclo económico, sin embargo esta relación no es la única explicación.  No basta con decir que aquí hay que crecer porque si se crece se crea empleo. Esto no es cierto, porque se puede demostrar que hay otros países donde se decrece más menos como aquí y la destrucción de empleo no es tan grande.  Al mismo tiempo se incurre en la falacia de que como hay tanto paro entonces las medidas de ajuste del sector público tienen que retrasarse.  Yo creo que este análisis que está enormemente extendido en todo el arco político, es un análisis insuficiente.  Dan la sensación de decir que los políticos van a cuidar lo social, la fractura social…  la fractura social la han provocado.  La cifra de 5.273.600 parados es la fractura social y eso es lo que han provocado los políticos.  Por lo tanto decir que como ahora tenemos este paro entonces todas las medidas de disciplina fiscal van a a tener que ser demoradas, me parece que es un análisis que hay que refutar o al menos  matizar,  porque el retraso en tomar medidas o el adoptar medidas malas, como por ejemplo subir los impuestos no es neutral  en términos de empleo o de crecimiento económico.

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