jueves, 26 de mayo de 2011

Libertad económica y libertad política





Uno de los pasatiempos favoritos de los economistas es el subrayar la importancia de la libertad como factor de crecimiento y prosperidad. Luego está también la libertad política. Algunos progres suelen decir: podemos tener libertad política sin libertad económica. Esta idea es una estupidez y una falacia. La idea fundamental es que son dos caras de una misma moneda. El proyecto de intentar fundir derechos de propiedad garantizados, bien establecidos y cuyos titulares pueden intercambiarlos libremente, no sólo es fuente de libertad económica, es fuente de libertad política. El camino hacia una sociedad libre tiene varias vías: primero un Estado de Derecho en condiciones, una protección eficiente de los derechos de propiedad, un incremento de la propiedad privada de los medios de producción. Todavía hoy no todos los medios de producción son libres. Y libertad de entrada y de salida en los mercados, competencia y libertad de comercio. La diferencia es que se puede tener libertad económica sin libertad política. El plan de estabilización de los 50 en España cambia la filosofía central del régimen franquista. El plan de estabilización del 59 donde aquellos parcos barones establecieron la libertad de intercambiar, la liberalización del sistema… convirtió al franquismo en un elemento biodegradable. En realidad la libertad económica erosiona y de hecho erosionó al despotismo de los gobiernos y al final acaba llamando a su lado a la libertad política. Si se pone primero mercado luego la libertad política vendrá como en el Evangelio: por añadidura. Cuando se deja que la gente compre y venda libremente, pasa esto. Hay que tener en cuenta que el franquismo tardó diez años en quitar la cartilla de racionamiento ¿Cuántos años lleva la dictadura cubana para quitarla? Las pocas dosis de libertad de los sistemas despóticos habían venido siempre porque habían erosionado a través de la libertad del Estado. El problema es que no puede haber, o no se conoce o es muy difícil encontrar escenarios con libertad política sin libertad económica. La libertad económica es fuente independiente de poder frente al poder despótico del gobierno. El problema es que la libertad económica está relacionada también con lo que yo llamo el tamaño óptimo del Estado. Yo tengo la idea de que el tamaño óptimo del Estado anda alrededor del 10% ¿Por qué? A finales del Siglo XIX el gasto público de Inglaterra que lideraba entonces el mundo económico, estaba en torno al 10%. En EEUU antes de la Gran Depresión el gasto público estaba en torno al 10%, en Hong Kong antes de que pasara a China estaba en torno al 10-15%. El problema del tamaño del peso del Estado no es sólo el gasto público sobre PIB, es que el gobierno tiene un tamaño grande también por las reglas, por las intervenciones, por la maraña de las veces que mete la mano en el tejido privado. En definitiva, los factores que efectivamente son factores de libertad son: una política comercial, una falta de intervención del Estado, una moneda estable, libre movilidad de factores, libertad de precios y salarios, seguridad jurídica de los medios de propiedad, desaliento del exceso de regulación y un mercado negro cuando hay leyes imbéciles para poder prestar los servicios voluntarios.

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