Seguimos de campaña

                    

La campaña electoral está siendo absolutamente para ponerse las botas en cuanto a declaraciones se refiere. Zapatero ha dicho que el paro es culpa de la construcción. Atribuye al sector inmobiliario el 70% del paro y dice que si no hubiera sido por la construcción, España estaría hoy creciendo en la media de la Unión Europea y el 70% del paro no se hubiera registrado. Este tipo de elementos son una verdadera afrenta. Yo comprendo que en las campañas electorales hay una especie de acuerdo tácito entre los políticos para tratarnos a todos como tontos, pero convendría no abusar. Si se aplica con rigor  esta idea de que la construcción es mala y de que sin ella no habría el 70 % del paro que hay, obviamente tienes que descontar el empleo atribuido a la construcción durante los años de expansión. Zapatero durante los años de expansión dijo que íbamos a llegar al pleno empleo ¿Por qué lo dijo? Pues porque estaba creciendo el empleo a unas tasas muy apreciables y se estaba reduciendo el paro a unas tasas también muy apreciables ¿Por qué? Pues entre otras cosas porque crecía muchísimo la construcción. Lo que no se puede es pretender jugar a todas las barajas y atribuirse todos los tantos. Si de verdad Zapatero cree que la construcción está sobredimensionada, debería pensar en qué responsabilidad tienen las autoridades en eso. Si aquí se ha producido un proceso de crisis por sobreinversión -que hay razones más que justificadas para pensar que ha sido así- algo habrá tenido que ver el abaratamiento artificial de los créditos y los créditos dependen de unos organismos públicos que se llaman Bancos Centrales. Si de pronto le estás inyectando a la economía permanentemente financiación a tipos de interés artificialmente cada vez más bajos y tienes un boom de la construcción, lo que no puedes hacer es echarle la culpa a la construcción como si no tuvieran que ver con esa burbuja unos incentivos que han creado las autoridades. Por tanto, un poco de respeto.