domingo, 29 de mayo de 2011

Solidaridad





Este es un concepto que ha sido muy prostituido por el pensamiento único y políticamente correcto. Se nos ha querido decir que solidaridad son cosas como: el 0,7%, la ayuda al desarrollo…  esto es falso.  El 0.7% nunca puede ser solidario, ya que es un impuesto. Si la solidaridad se caracteriza por algo es por su voluntariedad. No es una cosa obligatoria. Políticas como el 0,7% o la ayuda al desarrollo son como digo políticas impuestas y el dinero que suponen pasa a los bolsillos de los gobernantes de esos países pobres a los que presuntamente se quiere ayudar. Gobernantes en muchos casos de carácter totalitario. Lo que tenemos en nuestro tiempo es que la invasión del Estado sobre la libertad ciudadana se hace por motivos éticos. Si nos fijamos todo está lleno de palabras éticas: ayuda, solidaridad… todo está pensado como si la política sustituyera a la moral, cuando en realidad son contradictorias. La política es la coacción y la moral no puede ser obligatoria. Uno de los modelos de solidaridad es El buen samaritano: la historia del judío que es asaltado y apaleado y es abandonado a un costado del camino. Pasan un sacerdote y un levita y lo ignoran y pasa el samaritano y se ocupa de él. Esto lo presenta Jesús como el modelo de lo que hay que hacer.
Ahora imaginemos la misma escena, el mismo judío apaleado, el mismo samaritano, pero con un centurión romano en el medio que obligue al samaritano a ayudar al judío. El efecto podría ser similar, sin embargo la virtud desaparece, porque la virtud necesita la libertad.

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